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Foto del escritorLaura Agena

EHF Euro 2020: ¿Quiénes serán las finalistas?

Estamos en el fin de semana final del EHF Euro 2020 (💔). Un torneo que se terminó de confirmar una semana antes del comienzo. Un torneo que iba a tener dos sedes, en dos de los países más tradicionales del handball femenino mundial. Muchos imaginamos estar en Oslo en este fin de semana, pero la pandemia cambió los planes de manera drástica. Noruega se dio de baja como sede, la gran mayoría de las selecciones llegaron a Kolding (la nueva sede en Dinamarca) y Herning sin partidos de preparación y con poco tiempo de entrenamiento juntos.


Seis equipos continúan en carrera, pero sólo cuatro de ellos pelearán por las medallas a partir de mañana. Países Bajos, el último campeón mundial, se medirá ante una Rusia que tendrá en el banco a un entrenador diferente con el cual empezaron el torneo. Francia buscará llegar a la final para revalidar su título de campeona europea, pero enfrente tendrá al equipo sensación del campeonato: Croacia. Noruega, con el plantel más completo que en los dos últimos campeonatos en los que terminó 5º (EHF Euro Francia 2018) y 4º (Mundial Japón 2019), intentará colgarse la 8º medalla de oro en la historia de los campeonatos europeos (!), pero deberá superar a una Dinamarca que, según palabras de su entrenador, Jesper Jensen, no tiene miedo.


5º puesto Rusia – Países Bajos, 15:30 (hora local)


Las conducidas por Emmanuel Mayonnade llegaban a este campeonato europeo como medallistas de bronce de Francia 2018 y como reinantes campeonas mundiales. Era de esperar que estuvieran presentes en este fin de semana de cierre, pero no exactamente jugando el partido por el quinto puesto. Si bien no tuvieron partidos amistosos, el entrenador francés no tuvo grandes trastiempos con respecto a lesiones de último momento o jugadoras afectadas por Covid-19. Y aunque es cierto que las bajas de Estavana Polman o Delaila Amega se supieron con anticipación, tras ver varias de las presentaciones, podría decirse que Mayonnade no logró resolver la ocupación de la posición clave de armadora central.


A Países Bajos le costó tener una idea clara de juego en ataque y sólo a medida que fueron pasando los partidos de la fase de grupo (en la que peligró su pase a main round) fue mejorando su aspecto, al menos en defensa. La única victoria del grupo ante Hungría le permitió pasar a la siguiente ronda con dos puntos, pero en la siguiente etapa tampoco pudieron terminar de afianzar su juego. La última victoria ante Rumania levantó los ánimos, pero no fue hasta que Croacia superó a Alemania que las neerlandesas garantizaron jugar un partido más.


Rusia deberá jugar por el 5º puesto sin Ambros Martin en el banco. Foto: © Anze Malovrh / kolektiffimages

Rusia llegó a Herning con aspiraciones de podio, lo mínimo que el equipo que consiguió la plata en Francia 2018 y el bronce en Japón 2019 podía exigirse. Pero Ambros Martin sí debió lidiar con varias bajas sensibles. Jugadoras como Elena Mikhaylichenko, Yaroslava Frolova, Anna Sen y Anna Vyakhireva quedaron afuera por diferentes lesiones, por lo que el equipo ruso podía llegar a parecer un poco menos intimidante. Nada estuvo más alejado que eso; si bien el funcionamiento no fue el ideal todo el tiempo, las jugadoras por las que apostó el entrenador español probaron que estaban a la altura de la competencia, pese a la inexperiencia y la juventud. Aunque no fue fácil.


En la fase de grupos tuvo partidos muy parejos, incluso ante República Checa, un encuentro que ganó más por la experiencia que por el rendimiento colectivo. Daria Dmitrieva fue sin dudas una de las armas más importantes del equipo ruso, tanto en ataque como en defensa, pero en instancia de main round, la única derrota del torneo, a manos de un poderoso y confiado equipo danés, privó a Rusia de acceder a las semifinales. La federación rusa consideró ese resultado como un fracaso y forzó la renuncia del entrenador, una noticia que se supo horas después de la derrota.


El partido de mañana verá a dos equipos que venían de conseguir medallas en los últimos dos campeonatos disputados y que pelearán por el honor de terminar el torneo con una victoria. Países Bajos querrá encontrarse con la versión más parecida a la del último encuentro de la ronda principal, usando el contragolpe como mejor arma. Rusia deberá repartir más las responsabilidades que asumió Dmitrieva casi inconscientemente, más que nada en ataque, una fase en la que Vladlena Bobrovikova, una de las más experimentadas del equipo, brilló en las primeras fechas. Las extremos, de buen torneo, podrán ser un factor determinante, puesto que a grandes rasgos estuvieron más acertadas que sus pares neerlandesas. Para Rusia será un partido especial, en el que deberán salir a la pista con la mayor entereza posible tras la abrupta salida de Martin, que no estará en el banco durante el partido, ya que fue desplazado con efecto inmediato. Su lugar será ocupado por Alexey Alekseev.


Semifinal I Francia – Croacia, 18:00 (hora local)


Los números y la historia reciente dicen que Francia debería poder acceder a la final. Pero si algo aprendimos en este campeonato es que no hay que descartar a Croacia, por grande que parezca el desafío. El equipo que dirige Olivier Krumbholz llega sólido a la semifinal luego de una buena victoria sobre Suecia que lo dejó como líder de la ronda principal; la defensa sigue siendo su punto más fuerte, pero la primera línea en ataque tiene tantas variables como uno pueda imaginarse. El amalgamiento entre las jugadoras más experimentadas, como Grâce Zaadi Deuna, Alexandra Lacrabere o Estelle Nze Minko, y las que menos partidos tienen con la selección, como Orlane Kanor, Aïssatou Kouyaté o Meline Nocandy le ofrece al entrenador francés una infinidad de opciones que ha sabido aprovechar.

Francia es el campeón defensor, ¿podrá retener el título? Foto: © Anze Malovrh / kolektiffimages

El estado físico es otro de los factores en los que las galas pueden sacar ventaja en este séptimo partido del campeonato. Además, la experiencia general de las jugadoras en esta instancia será determinante en la definición, sobre todo porque, pese a la falta del público que presumiblemente, y en el escenario imaginario de un Jyske Bank Boxen repleto, estaría a favor del equipo más débil, son las experiencias en este tipo de partidos los que muchas veces ayudan a determinar un resultado final y Croacia simplemente no la tiene.


Ahora bien, Croacia podrá no tener las vivencias de Francia, como el propio Nenad Šoštarić mencionó en la conferencia de prensa por la mañana, pero es un equipo que pareciera estar en un estado de inconsciencia que puede tener efectos dispares, uno negativo y otro positivo. El ‘relajo’ por haber llegado a las semifinales puede transformarse en un factor que mentalmente altere la tensión de las balcánicas; no sería la primera vez en la historia del deporte que, ante una hazaña inusitada, los nervios ‘aflojen’ y no permitan competir con toda la concentración que requiere un partido de este calibre, por la presunción de que la ‘tarea está cumplida’.


Pero esta primera teoría podría haberse derrumbado fácilmente luego de la primera sorpresiva victoria ante Hungría, tras la siguiente versus Países Bajos o la final contra Serbia en la fase de grupos. Después de todo, Croacia llegó a Kolding sin haber ganado ninguno de los partidos de las dos últimas participaciones en EHF Euro. Nadie esperaba verlas en esta instancia antes del campeonato, y es imposible culpar a nadie por eso. No sólo consiguieron pasar con 4 puntos, sino que una vez en ronda principal sólo cayeron ante Noruega (por un resultado menos abultado que otros rivales de las nórdicas) y dejaron afuera a Alemania en un mano a mano que no pareció pesarles.


La otra posibilidad es que las balcánicas se mantengan con la misma energía, pese al desgaste y a la falta de costumbre de jugar tantos partidos en un lapso de 15 días, y que puedan mantenerse en partido y finalmente conseguir un triunfo, guiadas por la filosofía que desciende desde el propio Šoštarić: que cada jugadora dé lo mejor de sí y que disfrute del handball con una sonrisa en la cara.

Croacia jugará semifinales por primera vez, pero la presión no parece ser un factor que las afecte. Foto: © Stanko Gruden / kolektiffimages

En cuanto al partido en sí, podemos esperar ver dos defensas duras, después de todo, fue eso lo que llevó a ambos planteles al fin de semana final. Las de Krumbholz deberán prestar atención al juego con las pivotes, sobre todo con Ana Debelić; no deberá descuidar los lanzamientos exteriores de Ćamila Mičijević, conocedora de gran parte del plantel rival por su presente en Metz Handball. Además, tal cual remarcaron varios entrenadores a lo largo del torneo, el ataque croata es inusualmente largo y por eso Francia deberá tener paciencia para lidiar con el pase extra o las fintas que tanto ayudaron a Larissa Kalaus o Dora Krsnik en una primera línea que a simple vista no tiene tantas variantes como la francesa y que incluso jugó todo el torneo sin una lateral derecha zurda.


Por su parte, las croatas deberán evitar exclusiones ante los veloces ataques franceses, pero sobre todo tendrán que estar atentas al repliegue defensivo para no sufrir goles fáciles de contragolpes. Eso sí, Francia no deberá subestimar esas situaciones porque bajo los tres palos estará la implacable Tea Pijević, una arquera que llega a esta instancia con un promedio de 37% de atajadas, sólo por detrás de Katrine Lunde (39%) y Sandra Toft (38%).


Las predicciones no son exactamente mi fuerte, pero ¿quién se anima a hacer sus apuestas para esta primera semifinal?


Semifinal II Noruega – Dinamarca, 20:30 (hora local)

La segunda semifinal será entre las dos selecciones que originalmente serían anfitrionas del torneo insignia de la EHF. En circunstancias normales, este partido se jugaría en Oslo, ante más de 15.000 personas descontroladas en el Telenor Arena. Si bien el Jyske Bank Boxen posee la misma capacidad, pero los asientos amarillos estarán vacíos. Extrañaremos los cencerros de los noruegos, la emoción en el momento de los himnos, los disfraces extravagantes, las banderas pintadas en las caras; la magia del handball en los pabellones.


Oftedal será clave en el ataque noruego. Foto: kolektiffimages

Lo que sí podemos esperar ver es un partido igualado. Ambos equipos llegan, al igual que los otros semifinalistas, con grandes defensas, pero también con grandes presencias bajo los tres palos. De un lado la legendaria Katrine Lunde y Silje Solberg, del otro una de las mejores arqueras de estos momentos, Sandra Toft, y la incipiente figura de Althea Reinhardt, que tal vez no tuvo tantos minutos a lo largo del campeonato, pero que es producto del enorme nivel de la portera de Brest Bretagne Handball.


Noruega llega invicta a esta semifinal y es difícil encontrarle un punto débil. Podríamos pensar que el extremo derecho no es lo mismo desde el retiro de Linn Kristin Reighelhuth Koren, y aunque sería un poco injusto con la historia reciente de Marit Jacobsen o Stine Skogrand, es el único puesto en el que las de Hergeirsson podrían correr con un poco de desventaja, y particularmente ante Dinamarca, que en ese puesto tiene a una Trine Østergaard Jensen encendida.


El regreso de Nora Mørk es sin dudas una de las mejores noticias para el entrenador islandés que está en el cargo desde 2009. La zurda está volviendo, poco a poco, a parecerse a aquella jugadora incisiva que supo ser la mejor del mundo hace tres años, antes de que la seguidilla de fatídicas lesiones pusieran en alto su carrera. Pero no es en ella (solamente) en quien recaerá el ataque noruego. Si Stine Oftedal está en un buen día, será complicado para el conjunto danés contener las arremetidas; la central del Győri Audi ETO KC húngaro es la actual IHF World Player of the Year y la gran responsable de generar descalabros en defensas rivales. Su visión periférica, su velocidad en el 1vs1, los pases a los pivotes, la conducción en contragolpes de segunda oleada y los sorpresivos lanzamientos a pie firme son un repertorio que no muchas jugadoras manejan con tanta maestría estos días y su dirección será vital para Noruega. Y suponiendo que su día no esté siendo el mejor, entonces Hergeirsson podrá contar con Henny Reistad, sin dudas una de las jugadoras más prometedoras de este deporte. La jugadora de Vipers Kristiansand se mueve con la soltura de una veterana, pero con la picardía de alguien que a sus 21 años se divierte dentro del 40x20.


Es imposible olvidarse del protagonismo de Camilla Herrem, ¿la mejor extremo izquierda del mundo? La mejor extremo izquierda del mundo en estos momentos, sí. La jugadora de 34 años está en un nivel superlativo y Dinamarca puede sufrir su la deja correr.


Si leíste hasta acá puede que pienses que todas las de ganar están del lado de Noruega. Dejame detenerte. Puede que sea el primer torneo de Jesper Jensen al mando de la selección de su país, pero el equipo, como dijo Hergeirsson en conferencia de prensa, parece un equipo más que un conjunto de individualidades como hasta hace no mucho. Empezando desde atrás, con Toft bajo palos, la defensa de las danesas fue uno de los puntos más fuertes en este campeonato y lo que más complicó a Rusia en el partido decisivo de la main round. El estado físico fue clave, con un calendario bastante favorable (digamos todo), y las dueñas de casa deberán hacerse fuertes en esa faceta para poder competir de igual a igual ante otra de las mejores defensas. El bloque central con Line Haugsted y Katrine Heindahl dio sus frutos y en los números se reflejan. La jugadora de Viborg está entre las tres mejores bloqueadoras (9), sólo por detrás de…sí, dos noruegas (Marit Malm Frafjord con 12, Kari Brattset Dale con 9) y suma también 9 robos. Además, junto con la pivot de CSKA suman apenas seis exclusiones en seis partidos (aunque no sé precisar si hubo alguna que otra omisión).

¿Será la hora de Dinamarca? Foto: © Uros Hocevar / kolektiffimages

La primera línea de Dinamarca también tiene algunos puntos fuertes, con mejor lanzamiento a distancia que el ataque noruego a manos de Anne Mette Hansen o Mette Tranborg, y jugadoras con más movilidad como Mie Højlund o la central de København Håndbold, Mia Rej. La irrupción de las jugadoras más jóvenes le da al conjunto de Jensen una confianza con la que no contaba en los últimos tiempos, la sensación de que saben que esta vez sí están preparadas para dar el golpe, que esta vez sí podrán subirse al podio luego de 16 años en un campeonato europeo. Esa confianza se vio reflejada en la última conferencia de prensa, luego del triunfo ante Rusia. Tanto el entrenador como Louise Burgaard y Hansen se mostraron felices, pero no desbordantes de alegría, conscientes de que el pase a la semifinal era apenas un paso más en el camino hacia el título.


Si no fui capaz de vaticinar un resultado para la primera semifinal, entonces menos preparada estoy para pensar en las ganadoras de este duelo que espero sea electrizante como se podría esperar.


¿Y vos? ¿Te animás a señalar a las finalistas?

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