Cuarenta y ocho veces ha apretado los puños Nora Mørk en lo que llevamos de torneo. Cuarenta y ocho veces para celebrar un gol para las suyas, el 77% de las veces que lo ha intentado en este Europeo más concretamente, ese al que sólo le falta la guinda del pastel. La gran final. Casi nada.
Nora Mørk se erige como la máxima goleadora del Campeonato de Europa de Dinamarca, pero aún le queda un último asalto. Noruega perdió su corona continental hace dos años en Francia pero mañana vuelven a tener la oportunidad de regresar a su reinado.
“Creo que para todas es especial, pero para mí es especial volver a estar de nuevo en un torneo luego de algunos años, poder volver a jugar una final; trabajé duro durante los últimos años y significa todo”, confiesa Mørk en la última conferencia de prensa previa a esa gran cita tan esperada. “Estoy agradecida de que mis rodillas y mi cuerpo finalmente estén trabajando otra vez como deberían, estoy muy emocionada por mañana y muy feliz por poder jugar la final. Para mí, sobre todo, se trata de divertirme, de no estar tan nerviosa y que por eso me olvide de vivir los momentos. Hay que saber apreciar los instantes y crear recuerdos mientras suceden las cosas”, decía.
Con Francia en frente tratando de revalidar su título de campeonas continentales, Noruega sabe que tiene que exponer al máximo su potencial mañana en el Jyske Bank Boxen de Herning. Para ello, y así lo quiso remarcar esta misma mañana la capitana Stine Oftedal, Mørk “es determinante, ella sola te puede cambiar los partidos”, decía. Porque la ‘9’ no sólo es gol. “Ella es crucial en nuestro juego, siempre es peligrosa, juega muy bien con las pivotes, ella sola crea peligro y también es fantástica en los lanzamientos de penalti”, a Oftedal se le ilumina la cara hablando de su compañera, de quien confiesa no estar “sorprendida”, pero sí “muy impresionada” del nivel al que ha competido en este campeonato tan ansiado. “Estamos muy contentas de tenerla de vuelta porque para nosotras es algo magnífico”, sentenciaba la capitana.
Cada vez que Mørk alza el puño derecho al cielo, es claramente visible en su antebrazo esa frase que tanto significa: “Without the dark, we’d never see the stars” (sin la oscuridad, jamás veríamos las estrellas). Y es que, sabe muy bien de lo que habla. “Yo sufrí dos roturas de ligamento cruzado anterior y dos lesiones en los meniscos, desde la final contra Francia (Mundial Alemania 2017) tuve cuatro operaciones. Lo que me hizo seguir adelante y me hizo querer volver fue la selección nacional, y también el Comité Olímpico Noruego, porque cuando estaba lesionada nos sentamos y me preguntaron qué necesitaba, cómo podían ayudarme; y cuando tienes gente así, con ganas de ayudarte y con todos los recursos disponibles, quieres devolverles todo. Todos los días trabajé con entrenadores físicos, mentales, para mí eso significó mucho. Pero estar en Noruega durante la pandemia también fue importante y creo que, de alguna manera, si quería volver a ganar algo con la selección, estar con un buen equipo como Vipers Kristiansand era una gran opción, porque es un equipo lo suficientemente bueno para estar en este alto nivel”.
El técnico de Noruega, Thorir Hergeirsson, también reconocía esta mañana, tal y como viene haciendo durante todo el torneo, el trabajo de la jugadora. “Estamos muy felices de tenerla de vuelta, es muy bueno para nosotros y muy bueno para ella. Ha trabajado muy duro en todo este período para volver y no lo deseábamos, pero esperábamos que pudiera vivir su sueño y hacer su trabajo para el equipo”, explicaba el islandés.
Hace 5 años en el mismo estadio de la ciudad danesa de Herning, Nora Mørk alzaba por primera vez el trofeo mundial con la selección absoluta noruega. En aquel campeonato, con 24 años, ya confesaba a Playmaker | Women’s Handball que uno de sus mayores deseos era el de convertirse en la mejor jugadora del planeta, y que estaba dispuesta a trabajar y a luchar por ello lo que hiciera falta. Conocedora ya por esas fechas de lo duro que resulta volver al máximo nivel tras varias lesiones graves de rodilla, el camino se le volvió a truncar dos años después y ahora, por fin, es el momento de ver las estrellas.
“Nora es simplemente alguien muy especial en este sentido”, explica Oftedal. “Tiene grandes objetivos, ha estado fuera de las pistas múltiples veces en los últimos cuatro años y aún así siempre ha vuelto con mucho poderío. Pero no sólo eso, también es impresionante la forma en que cree en nosotras, es algo descomunal”, el rostro de admiración y orgullo de la central es el de quien sabe perfectamente los escombros que ha tenido que sortear su compañera hasta volver a tocar el cielo.
Siete partidos jugados, con 48 goles de 62 lanzamientos, máxima anotadora hasta el momento, con un cañón por brazo que le ha llegado a ir a 101 km/h, ha esprintado a 26 km/h, dado 62 pases de media por partido, un robo y una pérdida y 3 asistencias, en total en algo más de 23 minutos en los que ha estado sobre la pista. “Ha hecho un buen campeonato hasta ahora, pero el partido más importante todavía no se jugó, así que esperamos que tenga fuerza y energía para seguir de esta manera”, apuntaba Thorir Hergeirsson. A estas alturas ¿alguien lo duda?
Mañana a las 18:00 la final del Campeonato de Europa entre Francia y Noruega se podrá seguir desde la www.ehftv.com y nosotras os animamos muy fuertemente a que no os la perdáis.
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